11 de julio de 2009

DLXXXIV.- Ojo Piojo


¿Cuántos de los hombres que en verdad se aman,
cada vez que besan o levantan el pulgar
llevan en las manos lo que ciertamente traman:
hombres y mujeres que se dicen amar?

Demos un abrazo con los dedos cruzados,
orden de no pago, que nos van a cagar,
fuego a las promesas con los ojos cerrados:
no entres a la ducha sin llevar tu celular.

Yo a los diecinueve me creía caliente,
virgen y romántico, el pollito bachiller.
Sigo enamorado pero todo es diferente:
tú con su marido y yo con otra mujer.

Cansa la macana de la plana conyugal.
Siga la rutina para ser más fiel:
parto, matrimonio y a la cama, funeral.
¡Cuiden a la mina que, si no, se va con él!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya te noto mal, lo siento. en fin la vida sigue.
un beso

Cuculí Pop dijo...

Es un poema!

Yo escribo cagado de la risa!

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