
Une a la sonrisa deleitándome su boca.
Yo seré con ella bella música que trina.
Nadie se parece realmente a mi divina.
Ellos no la miran deslumbrando lo que toca.
Vivo su retrato como viéndola volar:
nueve perlas finas han cubierto su regazo.
Lleva a la cintura de canela un solo par
y hay un beso suyo que no pide mucho plazo.
Siervo de sus ojos en el ébano mechón,
he dormido loco a plena calle imaginando:
noche americana y en la Plaza Colón
sólo valanita con el Pedro Armando.
Yo seré con ella bella música que trina.
Nadie se parece realmente a mi divina.
Ellos no la miran deslumbrando lo que toca.
Vivo su retrato como viéndola volar:
nueve perlas finas han cubierto su regazo.
Lleva a la cintura de canela un solo par
y hay un beso suyo que no pide mucho plazo.
Siervo de sus ojos en el ébano mechón,
he dormido loco a plena calle imaginando:
noche americana y en la Plaza Colón
sólo valanita con el Pedro Armando.
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