CXXIII.- Indisoluble amado síndrome parejo

No tengo más remedio que mirarte,
que acontecerme en torno a ti, que postergarme

y dar palmadas en el viento fétido

que se arrebola en la misión que yo escogí.

Yo abrigaba la esperanza de ser libre al fin,
de ser un cántico, ser uña, servicial y fui
la sombra del hombre con hambre
que va obligar su amor, y amarte a ti.

Es muy curioso, porque tú también me miras,

y alrededor sólo de mí te has postergado.
Que tu ademán desesperado me abomina

y a plena luz, yo sigo aquí, desnudo.

Lo que me llama la atención, te enferma.
Tu libertad soy yo quitándome de en medio.
Y tu mirada, tu distancia y tu impaciencia es
mi enfermedad, pero no tengo más remedio.