2 de abril de 2008

CCCXLVI.- Maravilla Sombra




Posar mi loica musical en el hombro
ese de rizos y frondosa cabellera,
predestinarme en agotar el asombro,
guardar silencio y de la misma manera
hollar amando lo que note y nombro.

Quiero vagar por Almirante Montt:
pedir allí mi cenicero, la lumbre,
mi Torobayo, la ensalada mejor
y descubrir eso que nunca descubre
el buscador sin su dormida convicción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo encontré y lo amé, además creo sentirme reflejada en la fotografía, asi me siento al menos. Gracias por cada uno de sus poemas señor escritor.

Cuculí Pop dijo...

¿Quién te escribía cien versos, dime niña, quién era?

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