
Los días se parecen al árbol
en el constante despertar apaciguado
de luz fragante al que sus hojas secas
ceden espacio permanentemente.
Y a todo circo voy del mismo modo:
calco y reliquia del lejano comienzo.
Me pertenece todo codo que podo:
así se inicia, tomo palco y permanezco.
Si viene el surco nuevo reiterándose,
quiero vivir en ese sitio pujando,
acompasado en lento paso mi trance:
Orión y Libra, Cuasimodo y Pedro Armando.
en el constante despertar apaciguado
de luz fragante al que sus hojas secas
ceden espacio permanentemente.
Y a todo circo voy del mismo modo:
calco y reliquia del lejano comienzo.
Me pertenece todo codo que podo:
así se inicia, tomo palco y permanezco.
Si viene el surco nuevo reiterándose,
quiero vivir en ese sitio pujando,
acompasado en lento paso mi trance:
Orión y Libra, Cuasimodo y Pedro Armando.
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