
Yo venía a levantar una canícula babel,
la que quisieran para dar al mundo,
y he construido la pirámide mayor:
la rala tumba de Ramsés Segundo.
Y me animaba a descubrir en secreto
el imposible que carcome su capítulo polar,
que por roer y corromper en mí sus hábitos:
su amígdala penar en la fatídica penumbras.
Me fue la ígnea precedida de la fábula llorar,
la que acaricia su quintándome del tiempo,
por la que siempre yo aré lo que pude, vagar:
mi nube sube que sacude su soñando violento.
Y lo mejor que di se ha destruido,
y me he quedado solo yo, desvanecido,
ensombrecido y recluido hasta el final:
soy el olvido.
la que quisieran para dar al mundo,
y he construido la pirámide mayor:
la rala tumba de Ramsés Segundo.
Y me animaba a descubrir en secreto
el imposible que carcome su capítulo polar,
que por roer y corromper en mí sus hábitos:
su amígdala penar en la fatídica penumbras.
Me fue la ígnea precedida de la fábula llorar,
la que acaricia su quintándome del tiempo,
por la que siempre yo aré lo que pude, vagar:
mi nube sube que sacude su soñando violento.
Y lo mejor que di se ha destruido,
y me he quedado solo yo, desvanecido,
ensombrecido y recluido hasta el final:
soy el olvido.
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