
Arrojo al aire nieve inseparablemente música
y siento pudibunda su caricia, su calor
proclive sólo a mí, considerándome
y dando como arcángel animante
la cándida soñada que sin duda merezco.
Se acerca rutilando nueva y mece mi son,
su cara náutica que rubia y muda crece
como flauta a su platino, culinauta al sol,
peligroso dentro mío y melodioso perece.
Surco todo el mundo de baldías fanfarrias
que vitálico y marión me favorece al nacer
y he escogido el leve ser pertenecido y plural,
porque entrega su total y nueva cámpanaranjaula.
Al destino puerto mar de vino trino desierto,
detrás de cada látigo latido y mural,
mi sangre mueve coros nuevos: siento que huye:
caminata, cabalgata, meridiano y paladar.
y siento pudibunda su caricia, su calor
proclive sólo a mí, considerándome
y dando como arcángel animante
la cándida soñada que sin duda merezco.
Se acerca rutilando nueva y mece mi son,
su cara náutica que rubia y muda crece
como flauta a su platino, culinauta al sol,
peligroso dentro mío y melodioso perece.
Surco todo el mundo de baldías fanfarrias
que vitálico y marión me favorece al nacer
y he escogido el leve ser pertenecido y plural,
porque entrega su total y nueva cámpanaranjaula.
Al destino puerto mar de vino trino desierto,
detrás de cada látigo latido y mural,
mi sangre mueve coros nuevos: siento que huye:
caminata, cabalgata, meridiano y paladar.
1 comentario:
"Yo voy detrás de cada látigo latido y, mural,
mi sangre mueve coros nuevos"
eso se oye muy bien!
Publicar un comentario