He decidido que la vida me seduzca
y traiga llena su canción más feliz.
Yo iba cansado de seguir mi propia sombra
y abrigo niño una esperanza en libertad.
Mas veo ahora que le calla un tibio miedo,
la incierta pausa en que desnuda no sabrá
si del silencio se consigue amor y fuego
o de mi boca sólo un beso, nada más.
Y me seduce francamente su misterio,
me dice cosas que no logro descifrar,
delirio idioma que no tiene diccionario
porque prefiere a la certeza el signo mar.
Yo soy el trigo partidario de su siega,
la arcilla amante que su mano de violín
convierte en pan de melodía vacía:
me pertenece como el agua que no fui.
2 comentarios:
Hola, qué tal amigo.
Gracias por visitar mi blog y sobre todo por dejar plasmado tan bellos versos como huellas de tu paso.
A la vez , me encanta la sensilbilidad que tienes al escribir, transmites mucho, gracias por eso.
Y desde ya eres bienvenido, cuando quieras a mis espacios.
Un abrazo enorme y un beso
Qué bonito!
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