
He sido totalmente un alcornoque llorón:
tenía entre mis manos la semilla intacta,
la luz encandilante que llamaba y yo,
cegado por la furia, no la quise hallar.
Venían los gorriones a nacer conmigo
y toda un agua nueva flor delante de mí:
vergel apasionado que inyectando gaviotas,
tocaba mi cabello, más no quise ir.
Y sin embargo quedan en la orilla marcas
de alguna que otra línea que la mar borró:
escrito en el vestigio de la arena blanca
al menos para mí se lee clarito amor.
tenía entre mis manos la semilla intacta,
la luz encandilante que llamaba y yo,
cegado por la furia, no la quise hallar.
Venían los gorriones a nacer conmigo
y toda un agua nueva flor delante de mí:
vergel apasionado que inyectando gaviotas,
tocaba mi cabello, más no quise ir.
Y sin embargo quedan en la orilla marcas
de alguna que otra línea que la mar borró:
escrito en el vestigio de la arena blanca
al menos para mí se lee clarito amor.
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