
Fardo viejo, seguiremos siendo niños
de fantoche y cuatro coches por matar
luna y trigo como fijos ojos verdes,
y un emporio sin amigos ni pan.
Hijo mío, no te acerques a la lumbre,
no tropieces ni te caigas: no te arriesgues más!
Es mejor ser un arrullo imprudente
que aprender del sufrimiento a volar.
Por privarte de alegrías pasajeras
y guardarte para la felicidad,
sé feliz amor sin un rasguño
e ignorante, pero qué más da!
Mucho peor que no saber viviendo
es morir sabelotodo al final,
que la historia sólo tiene libros
y a la vida le quitó la mitad.
de fantoche y cuatro coches por matar
luna y trigo como fijos ojos verdes,
y un emporio sin amigos ni pan.
Hijo mío, no te acerques a la lumbre,
no tropieces ni te caigas: no te arriesgues más!
Es mejor ser un arrullo imprudente
que aprender del sufrimiento a volar.
Por privarte de alegrías pasajeras
y guardarte para la felicidad,
sé feliz amor sin un rasguño
e ignorante, pero qué más da!
Mucho peor que no saber viviendo
es morir sabelotodo al final,
que la historia sólo tiene libros
y a la vida le quitó la mitad.
1 comentario:
Qué es mejor?...Saberlo, sólo viviendo, se puede averiguar...
no será dificil deducir que si el bien intencionado amor,
paterno o materno, puso aldabas en vez de alas, y velos en lugar de vuelos...será un rudo planeo al final...
Ser la historia, es mejor que escribirla o leerla...pero alguien nos la debe registrar, y hay tantos alguienes, como historias y universos para contar...
invita tu poema a viajar parrafo por parrafo...del intimo al de todos y viveversa...en todos tus escritos, bien...un placer idem
gracias
saludos
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