10 de abril de 2007

CXLI.- Cada uno su otro yo



Caminemos y digamos cada cual su nombre,
al conseguir el oro espasmo
de su blanca por el mar,
mas digamos, si confío
distraído un solo día
que mirando yo brillaban
en tu cara mis ojos,
de bucólica pereza,
su melancolía:
la pasión se rendirá sin ver.

No hables tan bajito lo que apenas puedo oír,
que ignoradas se las lleva el astro sino al mundo,
eran cosas importantes que van a quedar así:
sin volumen nos perdimos juntos.

No confío ya, mujer, yo mucho más en ti
ni confío en tus agudas similares palabras
que se esparcen como sal de aquí:
su medusa displicente me aguarda,
a que la tome para dar veneno
o la mire tras el último pilar.

Pediremos a la infame que nos alejó
mi venturoso apostolado sin amor ni fe,
que desnuda y no me tapa la boca:
amena caprichosa innominada peculiar.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop