
Mezquina y mediocre mezquita,
tu lóbrego Lázaro llora la lepra:
con lágrimas libra su cuello calloso
de cándida duda y dolido callar.
Es lastre y penitencia pétrea,
es látigo en la carne cruel,
es gélido galeón de muerte:
mi tránsito pungido viril.
Lúgubre lástima, verruga vulgar
que si roe, restalla en ardiente lejía,
gastando su garganta en agricordia funeral,
en lujuria de jaula o vinagre jauría.
Bendito bonito batalla y telar,
fulgura florente tu fiebre moral.
No dejes de amar tu miseria candente
y sé pasto posada penosa y final.
tu lóbrego Lázaro llora la lepra:
con lágrimas libra su cuello calloso
de cándida duda y dolido callar.
Es lastre y penitencia pétrea,
es látigo en la carne cruel,
es gélido galeón de muerte:
mi tránsito pungido viril.
Lúgubre lástima, verruga vulgar
que si roe, restalla en ardiente lejía,
gastando su garganta en agricordia funeral,
en lujuria de jaula o vinagre jauría.
Bendito bonito batalla y telar,
fulgura florente tu fiebre moral.
No dejes de amar tu miseria candente
y sé pasto posada penosa y final.
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