5 de abril de 2007

CXXXVIII.- Gabatá



Ya me voy, amiga mía, me voy
a destripar a ese lechón inocente,
la presa dócil que cayó a mis pies
en las ciudades de la cláusula veinte,
la que perdida dio la vida, al final.

El largo túnel que dormido atraviese,
oscurecido inopinado abandonó,
unido a nuestra manta muerte en sacrificio,
amante cáliz que pasó por ti.

Ya vez, amiga pálida, como esa vez
que nos hicimos una flor desconocida,
la que de pronto se tiñó en tu piel
y deshojabas siendo niña por alma,
la vida eterna hecha de espinas y mies:
fue sólo invierno, y lastimeras cicatrices,
que nos posee el perineo y la sien.

Yo lo sé,
porque esa fiera comadrona violenta
huraña y fétida me vio nacer
y levantó como una rémora mi ombligo
y me arrojó por el camino canal.

A nado pálido me vi testigo,
corriente abajo rivereño sin sed,
cuando de pronto me encontré contigo,
pero me voy, amiga mía, lo sé.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop