
Inhóspita la fiebre permanece vivir,
que sacude pesadillas al amanecer,
me pregunta con quien hablo entre sus brazos;
luego busca la señal de mi traición y no fue.
¡Mujer! Mi felonía y tu bendita nariz,
en tu perfume la locura soñada
es la tortura que da tumbos y calor
a la pasión temperatura velar.
Tu naufragar una mañana dolida
por indecente misantrópica furor,
y corroída en su latido estimulante
que de pronto se abalanza sobre mí.
Hecha malsana lastimera sin amor,
creyendo ver lo que gimiendo moría
en su agonía mar estupefaciente:
que lamía sus heridas y durmió.
que sacude pesadillas al amanecer,
me pregunta con quien hablo entre sus brazos;
luego busca la señal de mi traición y no fue.
¡Mujer! Mi felonía y tu bendita nariz,
en tu perfume la locura soñada
es la tortura que da tumbos y calor
a la pasión temperatura velar.
Tu naufragar una mañana dolida
por indecente misantrópica furor,
y corroída en su latido estimulante
que de pronto se abalanza sobre mí.
Hecha malsana lastimera sin amor,
creyendo ver lo que gimiendo moría
en su agonía mar estupefaciente:
que lamía sus heridas y durmió.
4 comentarios:
Y DURMIÓ PARA SIEMPRE
NADA ES PARA SIEMPRE
y seguirá dormido para toda la vida
la vida es agonía mar estupefaciente
Publicar un comentario