23 de abril de 2007

CXLVIII.- Dañina Apetente


Inhóspita la fiebre permanece vivir,
que sacude pesadillas al amanecer,
me pregunta con quien hablo entre sus brazos;
luego busca la señal de mi traición y no fue.

¡Mujer! Mi felonía y tu bendita nariz,
en tu perfume la locura soñada
es la tortura que da tumbos y calor
a la pasión temperatura velar.

Tu naufragar una mañana dolida
por indecente misantrópica furor,
y corroída en su latido estimulante
que de pronto se abalanza sobre mí.

Hecha malsana lastimera sin amor,
creyendo ver lo que gimiendo moría
en su agonía mar estupefaciente:
que lamía sus heridas y durmió.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y DURMIÓ PARA SIEMPRE

Anónimo dijo...

NADA ES PARA SIEMPRE

Anónimo dijo...

y seguirá dormido para toda la vida

Anónimo dijo...

la vida es agonía mar estupefaciente

Nos gusta Cuculí Pop