
Viene desplegando purulento
su abanico de electrón el sol:
acariciado resplandor violento
de involuntario iluminante patrón.
Es abismo su aplacar de virutas
que no canta mas parece que cantó
a la sombra aminorándose que anuncia
su sábana pulpa de amarillo dios calor.
La flor y el elefante se fundían
y agradecían su existencia al agitado señor,
que se dormía en la luz, y confundía
el amor reseco que infundía a los dos.
2 comentarios:
Aprecio tu metafórica forma de escribir. Aprecio las letras que dejas. Aprecio tu estilo. Aprecio leerte.
Trato de quedarme cerca de aquí.
saludos
Lo importante Gisela es
que siempre te de Leites
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