
Describe cual lámpara clara tu boca,
que guarda en un cofre la joya y la tos,
transcurso durmiente de riel y palabra:
mi nieve la cubre con su paletó.
Porque tienes la sonrisa que se escapa,
diminuta a todo campo de proverbios,
apuntándome con breves aguijones
y señalas con un rizo la perdiz.
Del viejo cansancio que sigue mi derrota,
la traba calcárea que debo vivir
y nadie en el mundo conoce tu sombra,
oculta a la luz de los hombres, no a mí.
Iluso mentiré posiblemente:
no existes en un aura de sándalo ni azul,
y así como cómodamente prosigo,
mi gárgara canta fantástica tú.
1 comentario:
lindisimos poemas perrito cuculi
que ganas de volver el tiempo atras
-a veces-
besos para ti
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