13 de mayo de 2008

CCCLXX.- ¡Cáscaras!


Porque fui yo otra vez el ser de todo tu agrado,
he conseguido de ti lo que quería tener:
que puedo darte al fin un sueño tibio o dorado,
lo que te plazca o no, porque de todo puedo ser.

Fui un amoroso, ayer. Hoy, atrevido.
Por la mañana, un café. Tu bailarín.
Y por la noche, pastel. Tu consentido.
Yo tengo un alma en cada palma que se viste para ti.

Y he descubierto que hoy me quieres tanto como ayer,
que sigues siendo tú. ¿Qué te ha pasado?
¡Eso no puede ser! ¡Eres la misma mujer!
Tienes igual sabor: tu beso no ha cambiado.

¡Recapacita!

Me acostumbré a sentir sonidos nuevos cada día
y no escarbé jamás por encontrar la realidad.
Detrás de cada disfraz, está tu vida.
Pero prefiero esa mentira que perderte de verdad.

1 comentario:

Débora Hadaza dijo...

"Me acostumbré a sentir sonidos nuevos cada día
y no escarbé jamás por encontrar la realidad.
Detrás de cada disfraz, está tu vida.
Pero prefiero esa mentira que perderte de verdad."

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