
Horribles protuberancias que marcan
mi cara desde hoy, como volcanes
inmensamente pintos semejantes
a cráteres de impacto furibundos.
Desintegran mi retracto trinitario:
y me hago levemente nada yo,
sin amantemente nada a mí sujeto,
moriré por fin de viejo y ya lo soy.
Se asoma la sombra de parca baldía,
su dolorosa forma infrecuente de filón
alondra que asombra, bergantín ruinosa
anárquico bolero indiferentementemor.
Mi agua puerca de langosta numinosa
que se vierte mentirosa amargo y juntos,
afiebrado lo pudriento irresistible:
los inquietos ventisqueros que sufrí.
Soy vagancia pura sin oxígeno y fisuras;
mis rojos planetas retroceden y se van
cada noche fiera como rémoras de plata:
brillo escualo sol y carroñera sin final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario