
Que nadie le haga daño a mi pequeña,
que el tiempo reservó para su vida mi moral,
el siglo la llamó mi compañera
y así la convirtió en mi partidaria total.
Que nadie la separe finalmente de mi paz,
su símbolo brillar, mi delicada,
que llena cada huerto con su fruto y además
abrió la bocanada para ser canción.
Oculto por el traje su tatuaje en mi piel,
henchida de valor, amó mi vida,
rendida para hacer la suya mi voluntad,
mi niña, mi valor, mi fe.
que el tiempo reservó para su vida mi moral,
el siglo la llamó mi compañera
y así la convirtió en mi partidaria total.
Que nadie la separe finalmente de mi paz,
su símbolo brillar, mi delicada,
que llena cada huerto con su fruto y además
abrió la bocanada para ser canción.
Oculto por el traje su tatuaje en mi piel,
henchida de valor, amó mi vida,
rendida para hacer la suya mi voluntad,
mi niña, mi valor, mi fe.
6 comentarios:
Simplemente, hermoso.
Entran ganas de ser hija tuya,
para que me dediques
palabras así de bonitas,
tan dulces y risueñas.jeje
Grande Peter. EStá para canción de amor.
No hay mejor olor que el del pan; mejor sabor que el de la sal, ni mejor amor que el de los hijos.
Un abrazo.
Siempre reconforta leerte.
Pablo
Sin palabras...
Muy lindo y sentido!
Te felicito y te invito a visitar mis nuevos blogs:
http://www.recuerdodevenus.blogspot.com/
http://www.loscuentosdevenus.blogspot.com/
Besos, María.
El amor de los hijos, el amor incondicional, puro, capaz de hacernos resurgir una y mil veces de nuestras mayores profundidades, capaz de iluminar la noche más tenebrosa con una sonrisa de blancas perlas, no hay otra cosa más diáfana y sincera, nada igual ni comparable en todo el universo conocido que el amor de un pequeño hijo.
Orgullosa del amor de su padre estará tu niña.
Hermosos versos
Un abrazo
https://youtu.be/rXJPf7zinSM
Está canción me recordó algunos de sus versos y por los ojitos de la nena, uno fue este. Es tan bello
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