
La luz se duerme con los ojos abiertos
y habita cálido desnudo un gorrión
que fue vesícula consciente y, cierto:
ella se adueña de mi condición.
El faro espanto, puro sobrecogimiento
de vino estío generoso y pavor,
rumor y porque la agridulce timorata
ni por la noche es blanco pan de la pasión.
Yo voy haciendo de mi cuerpo nata
sumido caldo y la curiosa quietud:
yo nudo puerco molibdeno y barata
cantora flora en su tortura para mí.
1 comentario:
Bonito y sensual poema.
Publicar un comentario