
¿Por qué no tengo ahora aquella parte de ti,
de calma precisa y suplicio ligero,
que veía acostumbrarse a cada mínimo retoque
y, hundida en el fango, era todo mi ser?
¿Y cuándo voy a ver de nuevo el íntimo destello
que aliado a la bandada de fuegos y de flores
venía y sonreías cual tormenta de mujer?
Todo me confirma que ya nunca volveremos
a pisar siquiera solos ese mismo colmenar
que se oía desde lejos en murmullos, persiguiendo
juntos de la mano nuestra niña clara amar.
Porque se ha ido para siempre el artificio en que nadabas
y te soy amor de golpe que ya nunca volverá,
pediré en mis oraciones otro Lázaro vendado
que se asome nauseabundo frente al mundo para dar
un pretérito respiro a nuestra lucha contra todo,
pero hay cosas que ni el ángel ni la luz permitirán.
Se consume como el fuego lo que es águila y suspiro
y, aunque pida leña al alma de los bosques, morirá,
dejará su huella larga de pisadas en hilera:
con la miel de la resaca, será bruma, espuma y mar.
3 comentarios:
uuutttaaa!!! si que estabas inspirado, ahora si no se por donde empezar, pero el último parrafo es para morirse en llanto:
"Se consume como el fuego lo que es águila y suspiro
y, aunque pida leña al alma de los bosques, morirá,
dejará su huella larga de pisadas en hilera:
con la miel de la resaca, será bruma, espuma y mar."
abrazo como el mar
Aunque pida leña al alma de los bosques... eso me gustó, el alma de los bosques, pensaré un ratico en eso.
AMARENA
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