25 de diciembre de 2020
MLXXXIII.- Agredescarte
Mente fría, cuerpo sano,
de inocencia mustia.
Un control en cada mano.
y la mirada de angustia.
Yo esperé tantas noches
desvelado, intranquilo,
pero sólo oí reproches
en amargo sigilo.
Porque solamente grito
de dolor, y no escucha,
mi lamento y permito
el desamor en la ducha.
Hoy he vuelto a su casa
para estar con los hijos
de una flor con escasa
realidad. Y me aflijo.
No me mira y me evita.
Tiene un nuevo romance.
Es mejor que lo admita
y que en paz descanse.
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