25 de diciembre de 2020
MLXXXII.- Niño Dios
Es por ellos que algo cobra
nuestro esfuerzo su sentido,
ocultando que hemos sido
lo que saben de sobra.
Esa luz que les embriaga
la mirada necesita
un papel que el oro paga,
y a las doce se marchita.
Es el año más extraño
que he vivido en siglos:
asustados cual rebaño
sin saber de qué peligro.
Tapa al sol la luna nueva
cada diecisiete meses
y en su vientre muda lleva
a tanto viejo que perece.
Pero antes que se muera
el dosmil veinte y lo celebre,
nos ha unido una quimera
de inocencia en un pesebre.
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