10 de enero de 2018
DCCCLVI.- Magnéticolorido
Bela Bartók es el prototipo inabarcable
del niño irrepetible en la campana
impredecible, impenetrable, pulcra,
implacable y funeral.
Me despierta cada día:
no puedo dejar de oírlo.
Me ve mordiendo una manzana
que, con forma de viola,
vibra y cobra calor cuántico
y, volando, color de melancolía.
Y su síncopa sinuosa y sonora,
sabrosa y vespertina,
saltarina y seminal
me hace dormir gutural
y extasiado en el intrincado
poliedro de su hidrógeno
retículo de plumas inagotables.
Bela Bartók es la agonía que nace,
el amanecer de las estrellas
y el sol en su interior.
Bela Bartók.
Bela Bartók.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario