Si pudiese despertar aquello
que se oculta, escarabajo bandido
en ese sitio que no he podido hallar
o tocar con la nariz desesperada,
cual cortamar que quiere labios y peces,
dejando estelas de rubor en el agua
al respirar su terciopelo blanco
para nadar, sólo nadar dentro de ti.
que se oculta, escarabajo bandido
en ese sitio que no he podido hallar
o tocar con la nariz desesperada,
cual cortamar que quiere labios y peces,
dejando estelas de rubor en el agua
al respirar su terciopelo blanco
para nadar, sólo nadar dentro de ti.
Nunca es la ocasión ni encuentro el
sitio:
la nube de ansiedad me tensa
y el viento maloliente se me hace visible,
porque estoy como rumiando el rojo calor
que es un siniestro deseo gravitando
dedicado a suponerte, candoroso
y me acerco temeroso mirándote,
para dar con el lecho de tu flora,
para sernos agua fauna alguna vez
y develar por complacernos, despertar,
si yo pudiese de algún modo despertar
aquello todo, lo que está en silencio.
la nube de ansiedad me tensa
y el viento maloliente se me hace visible,
porque estoy como rumiando el rojo calor
que es un siniestro deseo gravitando
dedicado a suponerte, candoroso
y me acerco temeroso mirándote,
para dar con el lecho de tu flora,
para sernos agua fauna alguna vez
y develar por complacernos, despertar,
si yo pudiese de algún modo despertar
aquello todo, lo que está en silencio.
O dejar que alguna noche no duermas
y me mires a los ojos cerrados
y te poses cual paloma en su lecho,
contemplando mi estertor vencido
y, palpitando en el dolor de nuestros pechos,
te sumerjas para ser dentro de mí.
y me mires a los ojos cerrados
y te poses cual paloma en su lecho,
contemplando mi estertor vencido
y, palpitando en el dolor de nuestros pechos,
te sumerjas para ser dentro de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario