12 de diciembre de 2017
DCCCXLIII.- Talagante
En Lucas Pacheco cantan los gallos,
apenas despunta el amanecer
y corren niños en Veintiuno de Mayo.
Hay otro mundo tras la línea del tren.
La media luna de la plaza redonda
y ese largo camino a Melipilla,
la noche borracha en la vieja fonda
y el ají más rico de la sopaipilla.
Hay un viejo sordo, todo el día quieto.
Un bello sol tras las ventanas de la Fiscalía
Hay dos millones de amigos secretos
y toda una mañana buscando peluquerías.
Yo amo ese plato nuestro de cada día,
con sonrisas claras y abrazos anchos
de compañeros que me esperan todavía,
¡Que importan las moscas y el olor a chancho!
Sé que a veces hago lo que no debo,
hoy o mañana, siempre, antes de ayer;
pero yo quiero estar allí de nuevo.
Yo sólo quiero volver, y volver, y volver..
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