1 de agosto de 2008

CDV.- El arroyuelo del castor



Tampoco sé muy bien de lo que estaba hablando:
¿que vivo enamorado de cualquier mujer?
Oculto en cada sauce que se vino abajo,
yo salgo por la noche sin saber qué hacer.

La misma que gritaba, me pidió su manta.
Y al ver era tan rara, se puso a llover.
Solita se ha quedado con su intemperancia:
precisamente de eso quise hablarte ayer.

Me fui después con otra a la Estación Valencia.
Ya no se detenía el condenado tren.
El costo del progreso, me decía ella.
Y yo sólo miraba su carnal placer.

¿Que todas me creyeron inocente? ¡Nunca!
¿Que todo era de cándido rubor? Tal vez.
¿Que amar es engañar piadosamente? ¡Muero!
Se dicen, se maldicen y se vuelen a querer.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop