
Sus jardines infinitos dedicados a mí.
son orgasmos que no terminan nunca.
Es la mar inmensamente significa:
¡Nunca sufras y quédate aquí!
Yo quiero todavía esa substancia.
Adquirir un alma mía indeplorable.
Suprimirme por un momento,
un pequeño momento y subsistir.
Desgraciadamente soy el mismo
y nuevamente la misma substancia.
Su padre, gran maestro insignificante
virvirá lo amablemente por fin.
Vivirá por fin la flor hermosa..
su luna misteriosa me recrea
y, jocosa, me alienta y me acosa
Me seduce, me rodea.
Me provoca
1 comentario:
SÍ, mi amigo...él era un MAESTRO... insignificante, pero indispensable... YOYO
Publicar un comentario