
Hoy he vuelto de la niña muerte.
Se distrajo de pronto y huí.
Yo arropé mi verdeveras y vine:
en el agua salada nací.
Ahora quiero vivir en el mar
y criar a mis hijos allí,
desnudo y bendito ser agua,
fluir hasta siempre y morir.
Que había sido de mí hasta esa noche?
Nunca supe ni nada sabré.
Y ha venido a instalarse en mis ojos
marimar en el aire, nadar.
Mi cabeza da vueltas un ancla,
mis dos manos se ponen de pie,
todo es agua burbujas y muda,
aunque gime sumida y le soy.
Pero siempre me miran tus ojos,
me acompañan palabras de ti
y tu brillo que no deja nunca
me ilumina y me ve Cuculí.
2 comentarios:
imperfectamente excelente!
Prestado es el camino
Un poco de cielo y algo de feretro,
en los bordes rotos del unico cascaron
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