MLXXV.- Coronavicario
Dios no nos ha visto morir.
Para qué insistir. Nos perdona,
porque no sabe lo que hacemos,
ni nos ha visto en persona.
Por ahí un pajarito le contó
que ya no le compramos mucho:
está tan grande Papelucho,
que de la Ji no sabe y su papá murió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario