
No hay un mecanismo comprobado
que nos permita conciliar el sueño
cuando ya luego de las cuatro y media,
no se halla nada que nos haga dormir.
Y se pretende convivir entre paredes
o destinar dinero nuevo a la crianza,
por abrochar cada proyecto con el fuego del destino
y cultivar, domesticar, pertenecer.
Si los que no saben amar son los que cantan,
los que se sientan en la iglesia, se levantan
cada domingo por la tarde de la mesa,
y van amando sin siquiera despertar.
La noche es nuestra, y la hacen los sueños.
que nos permita conciliar el sueño
cuando ya luego de las cuatro y media,
no se halla nada que nos haga dormir.
Y se pretende convivir entre paredes
o destinar dinero nuevo a la crianza,
por abrochar cada proyecto con el fuego del destino
y cultivar, domesticar, pertenecer.
Si los que no saben amar son los que cantan,
los que se sientan en la iglesia, se levantan
cada domingo por la tarde de la mesa,
y van amando sin siquiera despertar.
La noche es nuestra, y la hacen los sueños.
.
Por respirar cuando no hay nada por delante
o amanacer en el invierno de la luz
y andar el día loco péndulo razante,
indiferente como viene el mar.
No se ha creado todavía la sutura,
su lacre blanco no nos deja de sangrar,
y corre vértebra de látigo maléfico siniestra,
a la palestra caminando y capilar.
o amanacer en el invierno de la luz
y andar el día loco péndulo razante,
indiferente como viene el mar.
No se ha creado todavía la sutura,
su lacre blanco no nos deja de sangrar,
y corre vértebra de látigo maléfico siniestra,
a la palestra caminando y capilar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario