17 de octubre de 2009

DCXXV.- La Pepita de Oro



Yo digo que podemos pasarnos la vida entera dando razones para demostrar que Dios no existe, y que el amor es sólo un síndrome pasajero, que las ilusiones son pura alucinación, que la realidad nos la hacemos nosotros mismos a partir de prejuicios y que los sueños son cosas del inconsciente y nada mas; que somos este puro pellejo y que es mejor vivir sin preocuparnos.

Pero al final del dia, siempre termino hablando solo y en silencio con ese tonto que se llama Yo, y le digo que antes del último dia, del último suspiro, de la última copa y del último abrazo, miraré hacia atrás, querré volver a esa dicha fecunda de los 20 años, a mi primer amor, al nacimiento de mi hija y a ese inolvidable paseo por la playa, pero que ya será tarde, porque me llevará inexorablemente la parca maldita y todo volverá finalmente a la tierra.

¡Sí, es verdad!

Puede que el amor no exista, que la amistad sea pura fantasía, que las estrellas sólo sean hidrógeno incandescente y que mi madre nunca debía haberse casado hace 40 años con ese Profesor.

Pero no sé por qué me tinca que existe algo detrás de los ruidosos enjambres y los blancos faroles y los viejos payasos; que la muerte no me roba para siempre, y que me tienen preparada una rica paila marina en algún lugar, para cuando mi corazón se haya cansado de bogar y se apague definitivamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un cuculí hermoso y al parecer feliz nuevamente, te hacia faltaaaa
te lo mereces

igual te extraño

Nos gusta Cuculí Pop