
Si a veces tengo cara de melancolía
debe ser que no me basta únicamente
con vivir de las pequeñas alegrías:
ahora quiero un vendaval más persistente.
Siempre fui el acreedor más perezoso
de las deudas que mantiene conmigo
la viril felicidad, fui tan miedoso,
que no tuve al optimismo como amigo.
Pero llega una mañana hasta mi puerta
ese viejo surtidor de la palabra colibrí
y a la gata que ha parido sólo crías muertas,
yo le digo que se vaya: no la quiero en mi jardín.
debe ser que no me basta únicamente
con vivir de las pequeñas alegrías:
ahora quiero un vendaval más persistente.
Siempre fui el acreedor más perezoso
de las deudas que mantiene conmigo
la viril felicidad, fui tan miedoso,
que no tuve al optimismo como amigo.
Pero llega una mañana hasta mi puerta
ese viejo surtidor de la palabra colibrí
y a la gata que ha parido sólo crías muertas,
yo le digo que se vaya: no la quiero en mi jardín.
2 comentarios:
de tu tristeza, hacés poesía.
es una manera de luchar contra la adversidad :)
Es un placer dejar una huella en tu blog. Tu estilo es entrañable.
Besos.
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