23 de mayo de 2009

DLVII.- Su Majestad de luto


Esta es la historia de la reina más hermosa,
la prisionera, la católica impetuosa,
la niña mártir que jamás olvidó
que se casó, que fue el amor, la primavera
de sus reliquias y preciada nobleza.

Ella ha jurado en el amor de Dios
que iba a morir por defender la fortaleza
de cada súbdito que no abandonó,
y se ha marchado de su tierra matriz,
acompañada de dos damas invisibles.

¡Que loco insano, que vulgar presentimiento!
Abundan claves muy ocultas en el cofre
que está detrás del majestuoso pesar,
por olvidar que se ha dejado engañar
y por amar, que al abdicar nos miente.

Y ahora se ha unido a su postrer cadalso,
que la han juzgado por querer vivir,
la han condenado por amor a la muerte,
y de su suerte caprichosamente sufre,
que se casó con el sicario de su rey.

A él le escribía diez sonetos culpables
y abandonó en su cabalgata nocturna
al hijo niño de su amante, derrotada
por la corona, por su amada libertad
y los pecados de su tierna juventud.

1 comentario:

Leni dijo...

Ese es el precio del amor.
Ni siendo reina puedes morir con dignidad.

Espestacular.

beso

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