3 de diciembre de 2008

CDLII.- Plan Tatú Color Alelí


¿Por qué daría de mi suerte arrinconada
lo no que tengo, por haber nacido allí
donde su fábula pasión desesperada
fuera la luz de una presencia silenciosa?

Es que me fui.

Me dediqué yo al precipicio más infame,
de no vivir para dormir y soñar,
sin olvidar ni recordar: no amar a nadie,
que solitario o solidario, daba igual.

Pero una noche descubrí con asombro
que del rubor de su mirada iba a nacer el color
con que pintose una libélula en el hombro,
y me lo ha dicho alegremente con urgente calor.

Yo volvería

Yo dejaría de su voz aquel recuerdo,
que me ha alejado de otras vidas, y la gente
dice de mí que sólo de arrepentimiento
al fin y al cabo no se puede vivir.

1 comentario:

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Te copié tu libélula para mi colección de estos bichitos.

Te deseo felicidad y creatividad.

Un abrazo.

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