
Hija de bandera diminuta y compañera,
mi canción abandonada y desmedida al final
es por todas las mujeres que se unieron a tu fuego
en el mar de las cenizas que de noche te abrigó.
Luna y candelaria que, escondida de pronto,
va llenando mi pasillo en puntitas de pie
y en la sala de las furias nos llamaba llorando
tu destino mar siniestro y su fermento de Mujer.
Y es que nunca eternamente dejaremos que ese sueño
viva sin pertenecernos por entero y sin saber
qué había dentro de la cándida sorpresa luminosa
que guardabas solitaria por tu padre y con él.
Amiga de las aves que reposan calladas,
no te duermas todavía, porque hay mucho que hacer,
porque nadie ni yo mismo sin el agua de tu boca
viviría maldiciendo lo que ha muerto por ti.
mi canción abandonada y desmedida al final
es por todas las mujeres que se unieron a tu fuego
en el mar de las cenizas que de noche te abrigó.
Luna y candelaria que, escondida de pronto,
va llenando mi pasillo en puntitas de pie
y en la sala de las furias nos llamaba llorando
tu destino mar siniestro y su fermento de Mujer.
Y es que nunca eternamente dejaremos que ese sueño
viva sin pertenecernos por entero y sin saber
qué había dentro de la cándida sorpresa luminosa
que guardabas solitaria por tu padre y con él.
Amiga de las aves que reposan calladas,
no te duermas todavía, porque hay mucho que hacer,
porque nadie ni yo mismo sin el agua de tu boca
viviría maldiciendo lo que ha muerto por ti.
4 comentarios:
Hoy tu poesía es realmente triste y enigmática.
Dios bendiga a nuestra compañera. Que le dé fuerzas para llevar esa cruz, que nos dé a nosotros la fuerza para no desfallecer y a su madre la paciencia perenne para querer ser.
Palabras finales:
Cómo decir adiós, si de lo que se trata es decir hasta siempre.
Cómo pedirle a un solo hombre que hable por tantos, sin tantos quisieran hablarte de tantos sentimientos.
Cómo hacerlo, si todos queremos hablar contigo…
Cómo hablar de tu alegría si en verdad estamos tristes.
Cómo entender la justicia si en los límites de nuestra comprensión humana nos resulta tan injusta tu partida.
Cómo hacer todo esto si recién tras tu partida comprendemos más claramente lo que tu aprendiste cuando siendo muy niña te alejaron para siempre de tu padre…
Cómo entonces se sobrelleva el dolor…?
Cómo lo transformas en energía…?
Cómo terminas asumiendo que se elije la alegría, que la sonrisa se dibuja con el alma y que sólo así se sigue adelante…?
Cómo comprender esa lección que a diario nos dabas
Cómo hacerlo si no estábamos preparados para esto.
Amiga de todos nosotros: nos consuela la esperanza de una vida eterna, y nos conforta pensar en que te has reunido con tu padre en un abrazo eterno, aquel que se te arrebató cuando eras niña.
Aquel abrazo perdido en los fantasmas del tiempo sólo recobró fuerzas al abrazar doblemente a tu madre, a tus hermanos, a tus amigos y compañeros y aquellas víctimas de la violencia intrafamiliar que con tanta empatía acogiste en su defensa.
De dónde te nacía ese valor si tu corazón violentado de niña había sufrido tanto…
Cómo, entonces, comprender esa lección que a diario nos dabas…?
Y la respuesta, querida Mane, estaba en ti, en tu grandeza humana y espiritual, en tu inmensa capacidad de convertir el dolor en fuerza para ponerla al servicio de los demás.
Hoy estamos aprendiendo lo que tu aprendiste siendo niña.
Hoy aprendemos a aceptar el dolor con dolor
Mane, gracias por la oportunidad que nos diste a tus amigos y compañeros de estar juntos en torno a una mesa antes de despedirte sin que lo supieras, sin que lo supiéramos tampoco nosotros.
Gracias por pedirnos comprensión y empatía con las víctimas.
Gracias por pedirnos ser mejores
Gracias por decirlo con una sonrisa, pero siempre en serio.
Gracias por conocernos tanto y por decirnos esa noche lo que pensabas de cada uno.
Gracias por decirlo con una sonrisa, pero siempre en serio.
Con razón se dice que no somos seres humanos viviendo una vida divina; sino seres divinos, viviendo una vida humana.
Hasta siempre
Después de un año, estas preciosas y sentidas palabras aún me conmueven...
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