
Recorro las tiendas y leo los diarios:
descubro a la gente mintiéndole al juez
y todas mis pausas llevan tu nombre
que siempre destilo camino hacia ti.
Poema delicado que cierras mis ojos,
no dejes que duerma sin escribir,
pues viene allá lejos la palabra todavía,
la palabra pesebre y la canción más feliz.
Volvamos haciendo la dulce pirueta
del piélago infierno sumido en la miel,
felices, vacíos, alérgicos, quietos
llorando por ese que nunca brilló.
Y echemos al aire mi abaniconcepto,
ingente decidida de la mía creación:
su forma de harapo tan tuyo y tan nuestro,
fue insomne comercio y lamento gorrión.
descubro a la gente mintiéndole al juez
y todas mis pausas llevan tu nombre
que siempre destilo camino hacia ti.
Poema delicado que cierras mis ojos,
no dejes que duerma sin escribir,
pues viene allá lejos la palabra todavía,
la palabra pesebre y la canción más feliz.
Volvamos haciendo la dulce pirueta
del piélago infierno sumido en la miel,
felices, vacíos, alérgicos, quietos
llorando por ese que nunca brilló.
Y echemos al aire mi abaniconcepto,
ingente decidida de la mía creación:
su forma de harapo tan tuyo y tan nuestro,
fue insomne comercio y lamento gorrión.
1 comentario:
menuda tarea, la gente parece mentir mucho al juez...y a quién le miente él?
No me respondas mejor
saludos cucú
Publicar un comentario