24 de mayo de 2007

CLXI.- Incomunicárcel


¿Dónde habita el más errático concepto de esa gente
que ha tañido alegremente su campana en libertad?
Rebelémonos abiertamente y nunca renunciemos,
porque el año de las sombras ha llegado a la ciudad.

Yo he debido ser el ávido señero y lastimero,
la morada primorosa de una grande eternidad
conminada a dar razones por tamaña cobardía,
mas sucede que me canso de ser siempre un animal.

No digamos nuevamente que seremos los verdugos
ni observemos con la misma indiferencia aquella ley
que es señal universal de castidad sin dogma
o la hijastra que vivía en el infierno sin hablar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alguna vez fuiste a la cárcel o hablas de ella porque sabes que existe y que ese es el lugar al que mandas a los hombres que se portan mal?

Tengo la impresión de que la cárcel es el equivalente al infierno terrenal; Un olor característico (olor a cana) que podría reconocer con los ojos cerrados, las alcantarillas abiertas, los abusos y golpes de los gendarmes que son las mismas personas que ingresan celulares por $40.000 para luego encontrarlos y mandar a celdas solitarias a quien sorprendan con uno para que el infractor se pudra diez días sin bañarse y se muera de hambre con una sola comida diaria cuyo 80% es pan duro y agua de dudosa procedencia, las peleas con los enemigos, la necesidad de dormir con el cuchillo en la mano para proteger la propia vida, el odio, la miseria, el dolor, la incertidumbre de no saber a cuantos miles de años seran condenados, la angustia, la gran pena del encierro........eso es lo que veo a diario.

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