24 de febrero de 2021

MXCVI.- Siempresente


Vuelvo siempre necio
con la pena de no verte,
de haber estado allí
cuando reías y cantabas,
de haberte dicho sí,
te quiero tanto amor inmenso,
de haberme no quedado
tan callado y tan lejano,
atando en una fragua
que no existe, mi tristeza,
doliéndome insensato
de un futuro que no es,
y siendo el adivino
de un dolor incontrolable.

Hoy tuve entre mis brazos
al completo ser divino
que busca mariposas
entre tantos matorrales,
que ríe cuando mira
un pajarito entre las nubes
y llora sin consuelo
porque pronto habré de irme,
mas sabe que mañana volveré
y seré de nuevo
el mismo que te sueña,
pero voy a arrepentirme,
aquí en mi casa solo
acorazado en la dolor.

Hay cuatro niños nuevos
cada tarde que florece,
perdidos en el viejo corazón
de mis temores,
y busco una esperanza
disfrazada de congoja
allí en la torre esbelta
de mi tierno ser intenso,
minúsculos que gritan:
ven papito no te vayas,
y entonces debo irme
porque tengo tanta prisa,
y siento tantas cosas
que la noche me desvela.

Un día volveré
con un puñal de fuego limpio
desnudo hasta la tarde
donde huí despavorido,
veré tras la cortina
al fantasmal que quiso atarme
caído inexorable
entre ponzoña y llanto alado,
seré como un versículo
en venganza y Montecristo,
de tantas amarguras
que no supe reprimir,
y al fin perdonaré,
porque no sé ser de otro modo.

El tiempo habrá de darme
su consuelo de guirnaldas,
llorando en el umbral
de catedrales y diplomas,
trenzado en una mano
pequeñita y cariñosa,
mi espíritu cansado
y dedicado con ahínco,
de arrugas en la cien
y pelo cano pero firme,
mirándote a los ojos,
hija mía con orgullo
dire que no fue en vano
mi dolor porque lo quise.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop