23 de septiembre de 2020
MLXXII.- Luz de Gas
No importa lo mucho que hagas,
ni menos todavía lo que no,
es tuya la culpa y, si la tragas,
permanece, aunque pidas perdon.
Se te enojas, eres causa de todo.
Si te alegras, es que piensas sólo en ti.
Si te callas, habla incluso por los codos.
No hay remedio, dile a todo que sí.
Si se equivoca, es que no la quieres.
Si no te quiso, es porque no lo merecías.
Si no te ama, es porque ya no eres
su alma gemela, como aquellos días.
Y no tiene sentido tratar de entender,
ni de explicarlo, para que esté segura.
Ella nunca fue realmente tú mujer.
Te buscó, te vacío y te tiró a la basura .
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