
Perezosa sucesión
de colores,
falsas alarmas,
rencores,
uno va cometiendo errores,
y pierde la calma
qué equivocación!
Pero hay perdón
del que te aprecia
y una canción,
la que nos hace bailar
sin anestesia,
y suena el trombón
qué fuera de lugar!
No digas culpable,
di lección,
ni castigo,
di protección.
Corta ese cable,
deja que nazca,
que haga lo que le plazca
y que hable.
Deja que hable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario