15 de mayo de 2018
DCCCXCVIII.- Equivócaten Fe
La felicidad no es la última meta.
Hay que amar y vivir pena y dolor;
regar cada día nuevas macetas
y no podar sino dejar crecer..
La flor de la existencia perfuma
hasta al corazón vacío y perverso:
jamás pierde tiempo el que suma
en cada momento su dulce brillo..
Inmerso en la sangre más roja
fluye el viento del que cae y yerra:
aquél que por la noche arroja
sus pétalos caídos en la tierra.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario