23 de mayo de 2018
CM.- Sinalagmaravillosa.
Yo tengo bacterias
en el poto y las amalgamas,
bicharracos tercos en los ojos
y en lo más profundo
de las tripas viejas.
Amebas en la piel,
alimañas en la boca,
piojos invisibles
que pululan libremente.
Los hay en mis cejas,
abundan en mi ombligo
y se aparean en mi pecho.
Tengo batracios amarillos
dormidos en el corazón
y protozoos felices en el alma.
Todo mi cuerpo es la Roma imperial
de mis amigos simbióticos y amables,
camaradas microscópicos:
me limpian la boca,
me ahorran el agua,
ordenan mis pertechos
y me mantienen vivo.
El cloro y la borra
que en el histérico afán
de eliminarlo todo
se derrama insolente,
para soñar con la limpieza
impulota, me deprime:
es inútil y mortal.
¡Que vivan las bacterias!
Que vivan para que pueda sobrevivir..
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