No se ríe Mister Chile
de sí mismo ni de nada
y me brotan carcajadas
en la misa y los desfiles.
Me reía de mi viejo
hasta cuando me retaba
y también como si nada
me reí frente al espejo.
Se reían de mis pecas
y mi ropa en el recreo
y mi abuela con un peo
se reía de otras viejas.
Todo corre muy de prisa:
si no río es puro tedio
y no queda más remedio.
¡Estar vivo es pala risa!
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