El mar nos acongoja
con su piélago de abismos.
Los Andes nos arrancan
el planeta de raíz.
No hay tierra ni planicies,
ni extensas mecetas.
Sólo fiordos de nieve
en el colofón de Humboldt.
Siempre hemos vivido aquí.
Nada nos separa de la noche.
Fuimos todos desde niños
habitantes del eón.
¿Que no iba a acabarse todo?
¿Que el 21 de diciembre
no era el día final?
Amigos, hermanos..
Está amaneciendo.
¡Abrid los ojos!
¡Cantan las aves!
¿Oís latir la Humanidad?
Si no sabéis aún donde
queda el precipicio;
si queréis todavía
conocer el Fin del Mundo,
salid conmigo a la calle
y mirad a vuestro alrededor..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario