11 de septiembre de 2012

DCCXVI.- Delirarte Transpirando



Un olor que hay en tu cuerpo me derriba,
cual perfume fabricado por el manto de la Historia:
y despiertas en mis ojos las papilas gustativas
que conspiran por la noche para oírte mejor.

Pequeña, yo suspiro cuando inspiro tu valor, 
y me gusta transpirarte delirando.
Respirar bajo tus hombros profundamente
porque tienes los olores escarlatas de mi Fe.

Traigo yo aquí dentro la verde botella
de cantos y flores que voy a utilizar,
con el vértigo herido o la paz delicadeza,
por guardar todas las fresas de tu ser en mi interior.

Desnudo te he visto impregnándote en mi piel
de niña y fragancia y genuina abundancia
de puertos y huertos y nueces y arena,
de rieles y penas y sábanas café.

2 comentarios:

Malva Marina dijo...

El amor no se acaba nomás porque sí, más bien cambia de dueño. ¿Qué si no eso?

Cuculí Pop dijo...

Cómo quisiera despedirme para siempre
y ser por fin aquel que da ese paso.
Lo que se piensa demasiado no se siente
y deja cartas destinadas al ocaso.

Pero me cuesta tanto todo demasiado,
que no he sabido renunciar ni perecer:
por eso quiero abandonar desesperado
y nunca más mirar atrás otra vez.

Ahora me voy con el silencio a cuestas,
con un tesoro delicado en la piel,
con lo soñado caminando y solo resta
decir adiós para dejar de querer.

Porque ella toca con su mano las almas,
y mi alma llora sin poderla consolar,
que la quisiera ver unida a mi pasado
o ser amado pero ya no hay más.

(5 de febrero de 2010)

Nos gusta Cuculí Pop