
Yo creo firmemente que la vida repercute.
Repercute, porque incluso cuando no lo hace,
queda sonando entre nosotros
esa flora fantasma que parece querer volar
alrededor de nuestra casa cantando,
gimiendo intensamente y repercutiendo.
Yo creo firmemente que todo eso ocurre,
sin aviso ni concierto, porque es puro y feliz.
¡Animosamente fábula, persígueme hasta dar
-nos de bruces con el águila del aire viento!
Yo quería amar, mujer, detrás de ti,
amiga de los bellos faroles,
que bailabas de noche vestida de guirnaldas,
y seguía tus pasos, hallando en cada charco
la huella de tus alas, la música a tus pies
y el muro en que leía tu nombre,
su castiza comezón de orquesta,
su fulgor de perseverancia
y nuestra luz que tiene el perfume del agua salada.
1 comentario:
los recuerdos me persiguen......que rara es la mente porque solo son los buenos.
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