
Hay algo más allá de no morirme nunca,
y que, a mi juicio, me apartó de vivir:
esa rara savia culpa que uno tanto busca
en la mirada del dolor, y te perdí.
¿Y cuántas veces volveré a sanar
de mi sopor fundamental, de mi arrebato?
Donde una sola maravilla cuesta mucho más
que mil millones de aventuras por un rato.
Soy el panal de los errores inconclusos,
el himno viejo de una raza en extinción,
que desfigura su emoción, que dice mucho,
pero te juro que algún día volveré.
Y cantaré por no quedarme dormido
sin desearle al viejo Puerto, muy feliz,
el año nuevo del futuro, arrepentido
de no haber sido un angelito para ti.
1 comentario:
wow amigo que bella imágen y aún más bella poesia, directa, con fuerza y determinación esas palabras
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