23 de noviembre de 2009

DCXXXI.- Finopia


De dónde es que proviene aquella vida marrana
de paños blancos fétidos y mugre en cada cama,
la tina convertida en catacumba de féretros
y espesa callampa de sabores que manan.

Yo duermo rodeado de parlantes en desuso,
y viudas con las manos manchadas de vino,
de niños alejados de su padre, reclusos
que no llevan bien las cuentas y repletan los casinos.

Se siente brotar desde las bocas hedores
y tienen los tobillos de la gente durezas,
canastillos de mosquitos sobre los televisores
y dolor de bacinicas y pantuflas viejas.

Cuando busco la certeza de los años mejores,
tejidos mordiendo vestidos falaces
y polvo de canícula con malos olores,
que toda miserable cocedura estaba allí.

Preciso la limpieza de las almas simples,
que se lavan las manos antes de comer,
que recogen la vajilla, sacuden los manteles
y prefieren la costumbre de la antigua mujer.

1 comentario:

Rayén* dijo...

al principio pensé que describías toda esa suciedad y cosas "desagradables" pero como si surgieran o fuesen lo que se siente a partir de un desamor, de tener una pena por un amor.
después... no sé si lo escribiste por eso =P
suertee!

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