Yo no quisiera parecer cobarde,
ni andar a gatas amurrado y chillón,
pero hace rato vengo haciendo alarde
de no ser más que camaleón bobalicón.
Un avestruz amarillento, un fraude,
que le regala lo que dice a la primera que ve,
por adular y congraciarse con alguien.
¿No queda nadie que me quiera defender?
Quien se declara enamorado de la cara del amor
no puede, entonces, apartar la vista:
fui uno de tantos colibríes para tan poquita flor
que las seduce pero no las conquista.
Yo debería declararme más prudente:
no debería encariñarme nunca más,
para evitarme la censura de la gente,
pero es inútil, no lo puedo evitar.
ni andar a gatas amurrado y chillón,
pero hace rato vengo haciendo alarde
de no ser más que camaleón bobalicón.
Un avestruz amarillento, un fraude,
que le regala lo que dice a la primera que ve,
por adular y congraciarse con alguien.
¿No queda nadie que me quiera defender?
Quien se declara enamorado de la cara del amor
no puede, entonces, apartar la vista:
fui uno de tantos colibríes para tan poquita flor
que las seduce pero no las conquista.
Yo debería declararme más prudente:
no debería encariñarme nunca más,
para evitarme la censura de la gente,
pero es inútil, no lo puedo evitar.
2 comentarios:
desde que te descubrí que espero algo tuyo, le das sentido a mi día.
Que honor!
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